Los ojos de los animales nocturnos pueden ver bien de noche debido a un compuesto blanco en la retina llamado guanina, sustancia que proporciona una superficie reflectora que hace que la luz rebote hacia enfrente, dándole a los ojos del animal una segunda oportunidad de absorber la luz de las imágenes. Esta luz reflejada hace que los ojos del animal parezcan brillar en la oscuridad.